domingo, 20 de noviembre de 2011

EL AMOR POR LAS LETRAS de Juan Pomponio

La realidad de escribir nos lleva por un sendero sinuoso desde el alma poeta. Muchas veces desfallecemos cuando perdemos el centro y nos preguntamos ¿qué sentido tiene hacerlo? ¿Para quién escribo? ¿Para qué? ¿Quién editará estos escritos? ¿Cómo llegaré a una gran editorial? Preguntas que sólo nos conducen al mundo del futuro y nos quitan del eje central de nuestras historias: el simple acto de escribir por placer, sin esperar nada a cambio. Cuando nos llega la desazón y entra la duda, es necesario frenar la marcha, dejar que la tormenta de pensamientos nefastos pase de largo y una vez más salga el sol de las letras en nuestras vidas.


¿Quién alguna o varias veces no se sintió abandonado por un sistema social que no valora a los poetas? Sólo ponderan y glorifican cuando el poeta es reconocido por la sociedad. Allí ¡si! Es venerado por los mismos que al comienzo lo destrozaban con las críticas.


Queridos amigos/as, no podemos entregarnos jamás. Nuestra misión en la vida es la escritura, y tenemos que seguir avanzando por el camino de la tinta porque es nuestro destino. No dejemos que la abulia de los demás envenene nuestra fuente central de inspiración. Seamos como los pájaros que cantan por el simple hecho de cantar, no buscan nada, no necesitan del halago, tampoco del aplauso, ellos nos elevan con sus trinos porque a eso vinieron al mundo: a cantar.

Suele pasar que nos dejamos abatir ante la búsqueda editorial, ante los rechazos de aquellos que digitan el material que puede publicarse cuando, generalmente, lo único que importa no es la calidad sino el hecho de que sea comercial y pueda venderse por millones.


Que todos los NO que nos digan las editoriales, se transformen en un gigantesco SI interno para nosotros. Para seguir escribiendo sin esperar nada. ¿Por qué buscar el reconocimiento del otro? Acaso ¿no es el ego quien lo busca? Miremos la realidad si ser famoso o vender muchos libros nos dará la felicidad que tanto ansiamos. La felicidad no reside en el futuro. Soy feliz ahora o mañana que será hoy nuevamente y me encontraré en el mismo estado.

Celebro a todos aquellos "maestros" que me dieron un NO para mi vida. Los celebro y les agradezco la fuerza que me entregaron para nunca claudicar en la senda de la literatura. Ellos fueron el alimento de mi espíritu. Y cuando me caigo desfallecido, me aparto del camino, lloro la impotencia, sano las heridas, reparo mi alma y como un gran Guerrero, regreso a la misma senda de siempre: el amor por las letras.


© 2011 Juan Pomponio

2 comentarios:

  1. Hola Juan, lei el texto dos veces, que manera de escribir que tienes inyectas entusiasmo e invitas a no desfallecer y a no dejarnos vencer y asi luchar por lo que amamos, gracias! Eres un ejemplo para mi de constancia, de perseverancia y de seguir siempre adelante a pesar de las adversidades y las circunstancias que nos rodean. Sí! Eres un guerrero y haces despertar al guerrero que cada uno lleva dentro. Ésta frase me gustó muchísimo "La felicidad no reside en el futuro. Soy feliz ahora o mañana que será hoy nuevamente y me encontraré en el mismo estado." De nuevo gracias Juan por dejarnos tus letras, por tener ese amor por ellas. Felicidades por todo! Tu amiga y sequidora ... Calittha :)

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  2. Gracias bella Calittha de luz. Tus palabras las guardo en un espacio del alma para que alimenten mi corazón para poder seguir escribiendo todos los días un poco mas. Si te hacen bien y te despiertan tu GUERRERA interior, mucho mejor. Me alegra. Sigamos el camino de la vida que, a pesar de sus avatares, es maravillosa.

    Un abrazo de inmensidad
    Juan

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